Y se fue la primera semana...

Bien, se fue la primera semana de esta columna, y como dicen por ahí, no se hizo nada...
No es siempre fácil sentarse a escribir, es más fácil cuando se escribe para uno mismo, esos dictados de conciencia son fabulosos.
Algunos sicólogos los recomiendan como terapía, la verdad creo que la mayoría de las personas en algún momento de la vida necesitamos ese tipo de escritura, la escritura catártica, esa que es muy íntima, que descarga la conciencia,la que aparece en las noches de insomio, entonces tomamos un papel, un esfero y zas...sale todo, todo queda plasmado, tal vez por la imposibilidad de llamar al mejor amigo a las 3 de la mañana a amargarle la existencia con nuestros lloriqueos.
Como algo casi sagrado, terminamos una hoja, dos y porque no tres, y he ahí que ese dictado mental nos hace recuperar el sueño...volvemos a la cama sin la nesecidad de haber roto el sueño de nuestro amigo o nuestra pareja, y hasta en algunos casos el de nuestros padres.
Y lo que es mejor aún, no tuvimos que llamar a ninguna emisora a contar una historia(respetable para quien quiere ser oido por este medio, ¿acaso qué hacemos los que usamos este espacio?), no tuvimos que recurrir en un caso extremo a la línea de crisis suicidas...(me pregunto que podrá sentir una persona que trabaja en estas líneas al llegar a su casa a dormir a eso de las 7 de la mañana, después de escuchar problemas siquícos toda la noche.
No la buena hoja nos salvo de lo peor, bueno al menos eso quiero creer, que desde al menos 5000 mil años, millones de personas se han hecho dictados de conciencia, que los han limpiado de una que otra angustía, qué importa que esa actividad no sirva para ganar el nobel, tal vez algunos empezaron así.
Pero todo tiene sus momentos, hoy no sabía sobre que escribir, sin embargo esto no está nada mal,sobre todo si leo una noticia en la que García Márquez dice que lleva un año sin escribir. Definitivamente hay tiempo para todo en esta vida, por lo menos tengo una semana para escoger un buen tema, se los prometo...

CamiloT

Bogotá, enero 20 de 2006.

SUCUMBÍ ante la diversión que encarna para varios de mis amigos el blog, sucumbí. Antes que nada quiero decir que la palabra blog me molesta, y que ésta será una columna de opiniones personales.
¿Por qué dogvilledc? ¿Por la película? En parte, porque eso de los dogmas no debe perderse en este siglo; por ville, del francés villa, ahora ciudad; y dog, pues por los perros. Por el amor por lo perros, por el amor por quienes o quien de verdad ama los perros...por La ciudad y los perros, (de ya saben quien,) y por Bogotá, ciudad de perros callejeros y de otras calañas.
Bienvenidos entonces, aprovechemos la "democracia" que da internet, intercambiemos opiniones o sucumbamos en el intento...

CamiloT