Existe en la televisión colombiana un espacio dedicado a recorrer el país y mostrar lo que elegantemente se ha denominado la otra cara de la noticia, se emite los jueves a las 11 de la noche en el canal 1, su nombre : Contravía,dirigido por Holman Morris.
No son muchos los espacios que quedan en la televisión nacional con este tipo de periodismo, los canales privados cuentan con dos espacios, que parecieran tener el "honor" de transmitirse en la espectacular franja de las 12 de la noche, sí las 12 porque antes hay que darle cabida a 15 horas de telenovelas y 5 de realitys.Por otro lado los espacios de los canales privados, están más del lado del periodismo de opinión que de investigación. Una moderadora abre la discusión entre los invitados y ese es el formato de las emisiones. Contravía sale a las regiones colombianas y latinoamericanas (caso de la posesión de Evo Morales en Bolivia y muestra distintos angulos de la noticia), Contravía hace periodismo directo con los protagonistas de la realidad informativa, la población,quien es la que finalmente resiente las decisones que adoptan los políticos.
Volviendo al horario de emisión, 11 de la noche , su audiencia se ve reducida. Contravía debe hacer cola detrás de "Sweet", el programa de dulce sabor del chisme , el del jet set criollo, ese sí va a las 10 de la noche, tiene una hora todos los días y amplia difusión, no digo nada y sólo los invito a sacar conclusiones.
La razón que me lleva a hablar de Contravía hoy es que el informativo corre el riesgo de salir del aire al finalizar el mes. Tal vez el hablar de esa otra Colombia, el darle voz a los índigenas, afros y campesinos del país inmersos en la mitad de la guerra no da rating.Y eso parece no interesar a nadie en los medios de comunicación, ya que una índigena Paez no atrae tanto como las curvas de Tatiana de los Riós en el reality de turno, y las verdades que salgan de las voces de esos colombianos pueden hacer reflexionar a más de un televidente citadino comodamente instalado en su casa.
Pedirle a los canales privados que se interesen en un programa como este es perder el tiempo, primero porque se rigen por las leyes del mercado, producir a bajo costo para ganar mucho,(caso de los realitys). Luego porque creo que no tienen unos ejecutivos capaces de arriesgar nada por un espacio que fomente la discusión sobre las decisiones políticas del país y el continente.Finalmente porque esos mismos ejecutivos en muchos casos serán brillantes en lo que a mercadeo se refiere, pero torpes y hasta ignorantes en lo que tiene que ver con la responsabilidad social de los medios.Personalmente esperaba mucho más de alguién como Pablo Laserna Phillips de Caracol, pues parecía ser un periodista serio en su labor.Sin embargo para no quedarse atrás de la competencia llenó su canal de novelas de bajo costo que insultan la inteligencia del televidente,(Padres e hijos y sus reencarnaciones en esta vida y la otra es sólo un ejemplo). Otro ejemplo en el que vengo pensando hace tiempo es la falta de televisón para niños. Plaza Sésamo fue reemplazada hace rato por la "taboleras" mexicanas (las niñas que bailan en las mesas de los bares, véase la versión latina de Coyote Ugly), o por los Teletubies (extraños seres que pueden mirar el sol para ver en él la cara de un niño pero que no les enseñan ni siquiera a contar).
Este panorama indicaría que ya no hay más Contravía, su financiación depende en Colombia de la ONG CINEP y un colectivo de abogados, el grueso de su presupuesto viene de la embajada de Los Países Bajos, pero ante el actual proceso de reinserción de los grupos paramilitares en la sociedad civil, la embajada destinará sus fondos en Colombia a programas de educación para estos reinsertados, y no como se le había ocurrido a ciertos genios de la política, integrarlos en cooperativas de seguridad y a la policía, (¡integrar personas acostumbradas a abusar del poder gracias a las armas, esta vez a cuerpos armados pero legales!).
Como conclusión me gustaría lanzar una propuesta que no llegará a ningún lado por la falta de lectores y tal vez por descabellada. El Gobierno Nacional debería incorporar Contravía a uno de sus canales o mantenerle el espacio y financiar parte de su presupuesto. La democracia no es unicamente ganar el derecho a gobernar en las urnas, es admitir el derecho a opinar, criticar constructivamente y debatir, le caería muy bien a cualquier gobierno imponerse un mecánismo de control del tipo programa investigativo. Sé que suena muy iluso, pero el espíritu de nuestro Vicepresidente ( ex periodista) debería salir en defensa de la libertad de expresión, pues la falta de ésta no se fundamenta sólo en constreñir medios a la fuerza. Por el bien de la democracia, participativa, y no unicamente la de representación, que Contravía permanezca en el aire.
PD Ya pasó una semana y los vecinos siguen esperando una disculpa,sólo una disculpa...
13 comentarios:
Sí escuché esta mañana la entrevista con Holmann Morris por la W. La culpa es nuestra. No sacamos nada echándole el agua sucia a los canales públicos, o a los privados, o a la CNTV, o a las ONG patrocinadoras. La culpa, repito, es nuestra. Porque somos un pueblo inculto, que prefiere el reguetón a la música clásica y por eso se acabó la HJCK y prefiere porquerías como "Los Reyes" o "Factor X" a los programas que generan opinión y difunden cultura. Y para desgracia nuestra, vivimos en un modelo económico que se rige por una ley de oferta y demanda. Los canales privados son empresas con ánimo de lucro, y si producir basura vende, pues seguirán produciendo basura. Y lo mismo ocurre con las diferentes franjas de los canales públicos: Sweet se vende, luego se seguirá transmitiendo. Somos un pueblo ignorante y estúpido, que prefiere saber cuál es el nuevo novio de Carolina Sabino a cuál es el nuevo presidente de Bolivia. Esa no es culpa de Paulo Laserna. A él lo nombró una junta directiva para producir resultados económicos, y eso está haciendo. La función social de los medios quedó en el olvido hace mucho tiempo, y los consumidores no hacemos nada por rescatarla. Sencillamente, tenemos la televisión que merecemos. Y lo mismo ocurre con todos los medios.
Se me olvidó comentar: la foto está buenísima... ¿será que ese es el futuro del transporte público bogotano? Un abrazo.
Stulta, estamos de acuerdo, la culpa en gran parte obedece a que no hemos sido capaces de exigir calidad en la televisión y en otras cosas.En cuanto a la foto pues la puse como una muestra de esa otra Colombia, y comparto la preocupación por el transporte en Bogotá, no sé cuál será su futuro porque es claro que Transmilenio es sólo una parte de la solución y además tiene sus fallas...ya veremos
Un abrazo
Sin querer llevar la contraria... pero me toca discordar otra vez con el amigo stultaviro. Desde hace ya varias decadas los medios de comunicacion entraron en el cotidiano de las personas y sus efectos fueron arrolladores, aún hoy somos incapaces de determinar exactamente cuanto pueden llegar a influenciar la vida de las personas, los estudios sobre la fenomenología del proceso comunicativo son un campo de reflexion aún joven, tanto es asi que entre semiologos, sociologos, psicologos etc. quisieron hasta fundar una nueva disciplina, que de hecho se enseña ya en algunas facultades. Pero eso si, aunque no se hayan puesto de acuerdo en la polemica de si los medios controlan a un publico pasivo o si el consumidor es capaz de de reelaborar los mensajes, lo unico concreto que ha definido la Sociolgia (o Ciencias) de la Comunicacion es que la interaccion es bastante más compleja, y no solo es el pueblo estupido y el medio que aprovecha. Las personas eligen entre las opciones que les ofrecen, y si estas opciones son todas acriticas y conformistas su caracter se va amoldando a eso, y no es privilegio de Colombia, la situacion en Europa por ejemplo es aterradora. Para terminar digamos que ni los medios son omnipotentes ni el publico totalmente pasivo, éste puede exigir contenidos diferentes pero esta expuesto a la oferta que "sufrio" durante su formación, durante la consolidación de sus criterios. Asi que la responsabilidad es compartida, con una diferencia: nosotros (publico) poco podemos hacer, en cambio ellos...
Asi que si hablamos de "culpas" creo que hay un unico sindicado en este proceso.
Yago.
Me pone a pensar en algo que se me olvida a veces, y es la voz que en general debe tener la gente a próposito de cualquier tema. Aunque no soy él, creo que stulta trata de darle al público la responsabilidad de que exija.Sin embargo veo que hay un círculo vicioso, los níveles de cultura y en esa medida de crítica bajan porque la difusión de la cultura y educación es mediocre.La difusión de estas es mediocre porque no hay una sociedad lo suficientemente critica, una cosa lleva a la otra.Quiero dar un ejemplo que se me quedó fuera del artículo, (no del todo).Nosotros crecimos viendo Plaza Sésamo, no es posible que en los dos canales privados, no haya un espacio para los niños, creen ellos que 4 horas el sábado en la mañana son suficientes.Pero además esas 4 horas muchas veces son dibujos animados tipo Thundercats(igual me los gocé) o historias de adultos protagonizadas por niños.¿No hay acaso algo en el mundo que le enseñe a los niños desde contar hasta la diferencia en las distancias?.Claro que hay, y como niño que fui creo que si lo presentan como lo hacia Plaza Sésamo seguro gusta, pero...
Así que la tendencia ahora es disminuir la capacidad de pensamiento lo más pronto posible,y en estas como en muchas otras cosas no somos una sociedad organizada capaz de exigir algo mejor, aunque quejas de particulares se oyen todos los días.
Buenas aca conociendo, estoy totalmente de acuerdo con Stultaviro, la cualpa la tenemos nosostros que no queremos ver buena television nosotrosnos queremos culturizarnos, el programa no lo sacan por malo sino lo sacan por su bajo raiting. Y quien es el rating? nosotros los televidentes, la gente, nosotros somos los que pedimos la basura de television que pasan en los diferentes canales.
Yo ya no vivo en colombia pero aca en US las cosas no son mejores.
Kafre
Gracias por su comentario y visita espero verlo de nuevo por acá
La demanda condiciona la oferta. Jamás al contrario. El desarrollo de todo producto nuevo, en cualquier industria, se deriva del estudio de la conducta de consumo. Y los medios están lejos de ser la escepción. Particularmente los medios de capital privado, que carecen de obligación social y en esa medida no tienen que cumplir con un compromiso culturizador. En un escenario ideal, resultaría válido culpabilizarlos. En un escenario real, en una economía de libre industria, no. Y desafortunadamente, el sector público carece de los medios necesarios para estructurar una oferta cultural competitiva. Así que, como lo define Camilo, estamos ante un círculo vicioso. Un círculo vicioso que jamás se va a romper del lado de la oferta. Depende del consumidor romperlo. Y en esa medida, él es el único responsable de decidir lo que absorbe: cultura o basura. Por desgracia, estamos acostumbrados a echarle siempre la culpa a alguien por nuestras desdichas: el gobierno, la religión, la industria, los medios, etcétera... Acetémoslo, por favor, la culpa es nuestra...
Camilo, le puse una tarea. Pásese por mi blog para detalles.
Supongo que de todos modos nunca nos vamos a poner de acuerdo, asi que tal vez la prolongación de la discusión es inutil, pero no me puedo quedar sin decir que los medios de comunicación no pueden verse (solamente) como un mercado. En este caso especifico la demanda está condicionada por las relaciones de dominio que se dan en nuestras sociedades; nosotros nacemos, crecemos, nos formamos y socializamos condicionados por las relaciones de poder y dominio, que son las que garantizan que la sociedad (esencialmente desigual) mantenga su estructura. Por eso es que no es tan facil que el publico desarrolle un espiritu crítico, y quienes se benefician de ello no estan interesados en cambiar, por el contrario... está en nuestras manos exigir y cambiar, pero nos enfrentamos a un aparato - muy bien montado - generador de consenso y conformismo.
Estoy de acuerdo con usted en que los medios de comunicación no deberían verse exclusivamente como un mercado. Pero cuando dichos medios quedan en manos de la empresa privada eso es exactamente lo que sucede, y en una economía de libre empresa es imposible imponerle a los responsables un formato de programación. En el caso específico de la televisión, los canales privados tienen autonomía para diseñar sus parrillas de programación según los criterios que consideren convenientes para sus intereses comerciales. Y como es lógico y apenas justo, ellos programan lo que se vende. Pretender lo contrario sería sencillamente tiránico y absurdo. Sería como prohibirle a un papicultor que siembre papa bajo el argumento de que hay otros productos de mayor valor alimenticio y forzarlo, por ejemplo, a cultivar remolacha. En otras palabras, no se le puede clavar al sector privado una responsabilidad social que pertenece al estado. Y el estado, por su parte, hace lo que puede con los pocos recursos que tiene a su disposición. Carecemos de un presupuesto tipo National Geographic y en esa medida es difícil consolidar una programación competitiva con la oferta de entretenimiento que ofrecen los canales privados. Entonces, yo veo dos alternativas: sentarnos a llorar y a culpar a "papá gobierno" por la situación, o entender de una buena vez que somos libres de escoger lo que consumimos y que en esa medida somos los directos responsables, como consumidores, de la degradación de los medios de comunicación. Para mí es absolutamente claro.
Como me lo supuse no ibamos a lograr encontrar un punto en comun, stultaviro no tiene dudas en su opinion pues para él es "absolutamente claro" lo que opina, y yo tambien (inutil negarlo) estoy bastante convencido de lo que digo. Tal vez yo estaba proponiendo un argumento un poco abstracto, pero por aca es difcil discutir fluidamente y expresarlo mejor... asi que - como cada uno tiene sus ideas - creo que nos toca dejar que los demás también opinen para no monopolizarse el blog a camilo, y aburrirle los lectores jeje.
YAGO:
Jajaja... Yago, qué hacemos, tiene que haber algo en lo que estemos de acuerdo, no joda... jajaja. Seguro que sí. Cuando se pase por Bogotá le dice a su primo y nos tomamos unas cervezas y encontramos nuestras coincidencias, que seguro son bastantes. Un abrazo.
Bueno por lo menos ya se invitaron a tomar cerveza, hay una pero creo que Yago debe rectificarla. Por ahora no les interesa el fútbol, así que ahí verán...
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